68-95-99: llamada de emergencia de un BM al responsable de I+D

Aunque en esta entrada se discutirán algunos conceptos básicos de estadística, mi objetivo es hacer hincapié en la importancia de la comunicación entre departamentos durante las fases terminales de definición de un nuevo producto. El siguiente es un hipotético diálogo entre un Brand Manager (B.M.)  y un Jefe de Producción (J.P.), en presencia del responsable de I+D, tras el lanzamiento de un nuevo detergente líquido en el que la compañía tiene depositadas grandes esperanzas de crecimiento:

- B.M.: “Tenemos un serio problema de calidad. De cada 10 botellas que llegan al mercado, como mínimo 2 son más líquidas, o más espesas, de lo que habíamos aprobado con el prototipo. Esto es inaceptable.”
- J.P.: “Hacemos todo lo que está en nuestra mano. No podemos cumplir con unas especificaciones tan estrechas, con la fórmula que ha desarrollado I+D ...”
Ambos miran ahora al responsable de I+D y esperan una respuesta, mientras éste se pregunta cómo podía haber evitado llegar a esta situación ….

La fase final del desarrollo de un nuevo producto pasa inevitablemente por fijar unas especificaciones técnicas, que incluirán la asignación de un valor esperado y unos márgenes de tolerancia para los diferentes atributos del producto. Mientras algunos de estos atributos son innegociables, ya sea por aspectos legislativos (por ejemplo, la tolerancia en los pesos nominales de productos envasados REAL DECRETO 1801/2008) o de seguridad del consumidor (ej, ausencia de patógenos), otras características responden únicamente al aspecto y funcionalidad deseados para el producto, y pueden y deben ser negociadas

Retomemos el ejemplo del detergente líquido objeto de la discusión. Tras la fase de desarrollo en laboratorio, los investigadores han creado un prototipo cuyo aspecto ha sido aprobado como “aceptable” por el departamento de Marketing. Durante la fase de escalado, los datos registrados por el departamento de Control de Calidad indican que en el proceso industrial obtenemos un valor medio de viscosidad cercano al objetivo deseado, y con una desviación estándar aparentemente aceptable:


Dado que en la mayoría de los casos los procesos industriales siguen distribuciones normales, la probabilidad de que una botella de producto llegue al mercado dentro de un determinado rango de viscosidad viene dado por:


En este punto, acordar las especificaciones finales del producto debería ser una responsabilidad compartida, en la que los datos estadísticos se traducen y comunican a la organización en términos de probabilidades y sus consecuencias. En nuestro ejemplo, el Brand Manager puede desear que el producto esté siempre dentro de unos limites muy estrechos de viscosidad (ej, +/- 1 desviación estándar), pero la consecuencia inmediata será desestimar y recuperar 1/3 de los lotes de producción. Por otra parte, unas especificaciones de producción de +/- 3 desviaciones estándar harán feliz al Jefe de Producción, pero como consecuencia liberarán al mercado productos con los cuales puede no estar conforme el departamento comercial.

El entendimiento entre los departamentos de I+D, Producción y Marketing permitirá decidir cuál debe ser la tolerancia en cada una de las características del producto que ha dejado de ser un prototipo para ser un producto industrial, y si son necesarias o justificables inversiones adicionales para subir el nivel de exigencia de calidad. Mientras determinados atributos pueden requerir niveles de exigencia próximos al paradigma  "seis sigma" (menos de 4 defectos por millón de unidades producidas), perseguir la excelencia en algunos atributos no críticos sólo llevará a una pérdida innecesaria de tiempo y recursos. Tengamos pues presente la regla 68-95-99 y sus implicaciones cuando visualicemos los futuros productos que van a salir de nuestro centro de producción.

No hay comentarios:

Publicar un comentario